sábado, 29 de enero de 2011

Esperanza de Badajoz,Rocio de Sevilla.


Nuestra Señora De La Esperanza

En el segundo paso de la cofradía del Santísimo cristo del Descendimiento,María Santísima de la Piedad y Nuestra Señora de la Esperanza,va una de las dolorosas más bellas de la ciudad: Nuestra Señora de la Esperanza, salida de la gubia inspirada de Castillo Lastrucci en 1945; fue sufragada en su totalidad por D. Ramón y D. Manuel Sáez del Río. Su expresión fresca y juvenil, deja entrever un dolor contenido; característica que se repite en otras dolorosas del mismo autor, como ocurre con Nuestra Señora del Rocío de Sevilla.

La advocación de la “Esperanza” es sinónimo de “Expectación” y parece ser que fue introducida por Gregorio XIII en 1576.

La preciosa imagen de la Virgen bendice las calles pacenses en la tarde del Miércoles Santo sobre un espléndido paso. La canastilla es sencilla y está plateada. Destacan los magníficos respiraderos, acabados en 1947 por las Madres Adoratrices pacenses; están bordados en oro, sedas y malla de oro sobre terciopelo burdeos; en el centro del frontal lucen los escudos de la Cofradía bajo corona real entre espléndidos bordados con formas geométricas y, a los lados, otros dos cuerpos con motivos similares y medallones que presentan el mismo trabajo. En los laterales del paso se reparten otros doce cuerpos, igualmente bordados y separados por pliegues de terciopelo del mismo color, adornados con pequeños motivos, cordones y borlones de oro; en el cuerpo central de los laterales van escudos bajo corona.

Los faldones son una obra perfecta de la casa Artes de Badajoz, regalo de D. Roberto Casa; en el frontal destaca, en el centro, el rostro del Santísimo Cristo del Descendimiento, rodeado de un original diseño con formas caprichosas; todo ello bordado en oro y sedas de colores; las esquinas van rematadas con medallones de madera plateada sobre rico bordado de oro.

En la orfebrería del paso sobresalen las ánforas plateadas regaladas por los hermanos, completadas en 1954, y que llevan los nombres de las familias que las donaron. La Virgen ha lucido algunas ánforas nuevas y una espléndida imagen de la Virgen de Guadalupe, realizada en plata de ley por el orfebre José Manuel Ramos y sufragada por D. Luis Martín. La peana, plateada y repujada, es una obra de mérito, en la que destaca en el centro el escudo de la Cofradía cincelado; es antigua al igual que la candelería estrenada en 1947; obras ambas realizadas en Sevilla y sufragadas por suscripción popular, al igual que los candelabros de cola de siete brazos, que fueron comprados a una Cofradía Sevillana y completados en 1953.

La Virgen de la Esperanza desfila bajo un palio de terciopelo rojo burdeos bordado en oro, terminado en 1994 y realizado por la camarera mayor Dña. Ana Díaz; del mismo trabajo y autora son las bambalinas de las que penden caireles de gran calidad. El palio va sostenido por doce varales plateados.

Esta dolorosa posee varios mantos de procesión; uno antiguo de terciopelo verde de Lyon y otro estrenado en 1953, del mismo tejido y color, bordado con seiscientas estrellas de oro; es éste uno de los más entrañables por haberlo lucido durante muchos años.

En cuanto a las joyas más destacadas, la mejor es un solitario regalado en 1947 por un hermano; lleva un estupendo brillante montado en oro y azabache. La preciosa corona, dorada y ricamente repujada, va enriquecida con pedrería; fue comprada en Sevilla y regalada por un cofrade. A estas piezas hay que unir una valiosa sortija de diamante y esmeraldas.

Entre los vestidos que posee destacan dos: uno regalado por el torero Miguel Baez “Litri”, restaurado entre 1977/78, y el que habitualmente luce en la procesión del Miércoles Santo, realizado con un traje donado por el también diestro Carlos Arruza, sobre diseño de D. Antonio Flores y elaborado por las religiosas Carmelitas de Badajoz en 1947. Durante el desfile procesional luce la Virgen de San Andrés el fajín rojo de gala del Teniente General Hiniesta Cano, regalado a la Cofradía por su viuda. De su bendito cuello pende la medalla dorada de la Policía Nacional. La belleza desbordada de la Virgen de la Esperanza, queda patente con el ofrecimiento hecho a la Hermandad por una Cofradía de otra ciudad de hacer una mascarilla de su cara para realizar una réplica.

El paso va adornado con multitud de docenas de claveles blancos, colocados en su mayoría en las piñas que se disponen en las ánforas plateadas. Posee además un magnífico juego de velas de cera rizada, regalo de D. Luis Martín Illescas.




miércoles, 12 de enero de 2011

ESPERANZA

¡Oh Virgen de la Esperanza
pareces un relicario
cuando te miro la cara
bajo tan precioso palio!

Te han impuesto la medalla
del cuerpo de policía
pues tu gran misericordia
los protege noche y día

Serán tu hijos de honor
ante tu bendita imagen
llenos de amor y esperanza
te escoltaran por las calles

Eres el arca cerrada
donde se guardó Jesús
y la madre dolorosa
que sufrió junto a la cruz

Miércoles santo en la calle
arde el pueblo en alabanzas
porque visita sus calles
la Virgen de la Esperanza

Al tercero del martillo
vamos al cielo con Ella
para que los flecos del palio
bailen entre las estrellas.

domingo, 9 de enero de 2011

Cristo de la Fe

nos presenta a un estupendo crucificado muerto y con la huella sangrante de la lanzada. Es una talla considerada del S. XIX y de gran calidad, aunque no se sabe quién la realizó. Fue donada a la iglesia por D. Luis González Barrientos y Dña. Antonia Cardos Herrera y desfila desde la refundación de la Cofradía, aunque su nombre se añadió con posterioridad al título de la Hermandad.

El rostro, de gran fuerza y realismo, está completamente vencido por el sufrimiento. Las gotas de sangre, la boca entreabierta y los párpados oscurecidos añaden patetismo a la expresión abandonada de esta meritoria imagen. El pelo y la barba siguen fielmente la posición de la cabeza rendida hacia la derecha, abriéndose por este lado y enmarcando su cara.

El cuerpo, de tamaño algo menor del natural, está bien proporcionado, llamando la atención sus amoratadas rodillas que contrastan con la viveza de los pliegues del bello paño de pureza policromado que lo cubre.

Lleva sobre su cabeza unas originales potencias doradas y corona de espinas del mismo material.

El Santísimo Cristo de la Fe va en un destacado paso de madera tallada en su color de estilo clasicista, enriquecido por algunos detalles barrocos, aunando la severidad con la elegancia artística en un original diseño. Este paso sustituyó al anterior que, realizado en madera tallada y metal dorado de estilo barroco, se caracterizaba por su rica ornamentación y por su peculiar forma poligonal, siendo de gran calidad y popularmente conocido por su aspecto como el “Galápago”.

El nuevo paso es obra de los artistas locales Santiago Arolo, que realizó el diseño, y de Ramón García Mora que lo talló. La imagen del Cristo descansa sobre el cuerpo superior de la canastilla, llevando en el frontal, en metal dorado, el escudo de la Cofradía.
Los preciosos respiraderos llevan catorce medallones dorados y repujados (reaprovechados del antiguo paso), enmarcados por columnillas salomónicas y cornisas clásicas, donde van representadas las estaciones del Vía-Crucis, destacando las que hacen de esquineras en el paso. Entre ellas casetones tallados con delicada decoración barroca y rematados cada uno de ellos por pequeños medallones con simbología de la pasión.

El paso está totalmente entonado en rojo: caoba el tono de la madera; rojos los velones que se apoyan en los cuatro magníficos blandones tallados que lleva en sus esquinas, obra de Ramón García; rojas las luces que guardan los dos preciosos faroles del mismo autor, rematados con coronas doradas que van situados a los lados del Cristo; rojos de terciopelo los faldones; y en el exorno del paso, más de 60 docenas de claveles del mismo color, acompañados por un centro de lirios morados que va a los pies de la sagrada imagen.



miércoles, 5 de enero de 2011

Belen del Grupo Joven de la Hermandad de San Andrés






En San Andres fuistes Descendido



Nuestro Padre Jesús del Amparo

la imagen del Cristo del Amparo sufrió daños en la Guerra de la Independencia, que fue especialmente virulenta en la ciudad de Badajoz, y, posteriormente, en los asaltos y destrucción del patrimonio religioso durante la Guerra Civil, muy probablemente en sus comienzos en el año 1936. En esta última parece que sufrió alguna pequeña mutilación, posiblemente en alguna pierna, pues la cara, las manos el torso y los pies se salvaron de las agresiones. En 1939 y 1940 desfilaría gracias a alguna reparación de urgencia pues, en 1941, el escultor y profesor D. Ramón Cardenal Velázquez, que a su vez era Primer Teniente de Hermano Mayor y devotísimo de la imagen, lo restauró respetuosamente, devolviéndole su primitiva belleza. En 1956, el artista y asesor artístico de la Hermandad, Santiago Arolo Viñas, vuelve a restaurarlo y retoca la imagen, variándole la posición de la cabeza hacia fuera en lugar de ir pasarela a la cruz como la tenía antes, además de hacer otras variaciones como cambiar la posición de las manos. Parece ser que durante algún tiempo desfilaba abrazando la cruz, lo que daba la impresión de que la llevaba al revés.

La cara de la santa imagen sigue conservando una extremada dulzura y sus delicadas facciones le confieren una gran belleza, destacando la pureza de líneas, que refuerzan la naturalidad y el realismo de la expresión. La cara, ligeramente inclinada hacia la derecha, proyecta sus grandes ojos hacia el suelo en un elegante gesto de resignación y aflicción. El cabello y la barba partida en dos presentan un trabajo de talla de impecable factura. Lleva una corona de espinas tallada sobre la misma cabeza y luce espléndidas potencias de plata dorada y repujada.

La imagen ser representa caminando, con el peso echado sobre la pierna izquierda, que está más adelantada; el pie derecho está despegando del suelo y el cuerpo ligeramente vencido por el peso de la cruz. Ésta se realizó en madera y fue estrenada en 1947; sus tramos cilíndricos están rematados con unas magníficas cantoneras de plata dorada y repujada. El santo madero está un poco levantado pues el Nazareno va ayudado por una meritoria imagen de Simón Cirineo, obra de Santiago Arolo estrenada en 1977, que vino a ocupar el sitio dejado por la anterior del S. XVII o XVIII, desaparecida en alguna de las dos contiendas antes aludidas, al igual que los dos sayones que completaban el paso y que eran de la misma época.

En la Semana Santa de 1995 salió el Cirineo vestido de hebreo con ropas sencillas, para ir en consonancia con la sobria túnica morada que llevaba el Nazareno del Amparo y con el vestido que lucía la gran novedad de este año: la tercera figura que acompañaba el paso y que es, nada menos, que la virgen del Rosario, magnífica imagen de gran devoción que poseía Cofradía propia, denominada de “Nuestra Señora del Rosario”, fundada en Santo Domingo el 28 de mayo de 1577 con título de Pontificia. La imagen es una estupenda talla de expresión serena y maternal, que ha recibido culto hasta la fecha no muy lejana como Virgen de Gloria. Tiene pelo natural y desfiló en la noche del Miércoles Santo, consolando al Señor del Amparo en su pesado caminar hacia el calvario, tocada con una sencilla blonda inmaculada que le caía por el pecho y espalda y luciendo un antiguo vestido de terciopelo negro y dorado y manto de terciopelo azul. Con esta imagen se pretende representar el encuentro de Jesús con su madre en la calle de la Amargura. Ella alarga su mano derecha ofreciendo un pañuelo que sirva como paño para el rostro sudoroso y ensangrentado de su Hijo, completando así un precioso y entrañable misterio en este magnífico paso.

En la Semana Santa de 1996 lucía esta imagen una diadema de plata repujada y un precioso manto negro bordado en oro.

El Cristo posee varias túnicas que luce de forma periódica, siendo algunas de gran valor. La más antigua, aunque pasada a nueva tela, data de 1947 y está ricamente bordada en oro sobre terciopelo morado, presentando motivos florales mezclados con símbolos de la pasión. Es muy destacable la blanca de terciopelo bordada en oro, que fue estrenada en 1954. Posee, así mismo, otra de camarín muy sencilla de terciopelo morado con galones de oro.

El Señor del Amparo lleva cíngulo de oro y cordón del mismo material rodeando su cuello, destacando en él un valioso broche que monta una piedra preciosa engarzada en oro.


martes, 4 de enero de 2011

Nuestra Señora de la Piedad,Santo Domingo

La maravillosa composición, de la que no conocemos el autor, está datada como del S. XVI-XVII y procede, posiblemente, de la antigua iglesia de Santa María del Castillo.

Las imágenes son de talla completa, incluidas las ropas. La efigie de la Virgen de la Caridad es sobresaliente, destacando la exquisitez de su cara donde se mezcla la candidez con el dolor desconsolado de su maternal expresión. Sus delicadas facciones, junto con los angustiados ojos tallados, dan una sensación de desconsuelo y el rostrillo que rodea su cara le confiere un peculiar sabor antiguo que refuerza su excepcional belleza.

La imagen del Santísimo Cristo del Amor, de impresionante presencia, aparece muerto en el regazo de su madre, presentando en su cara unos rasgos sencillos pero de gran pureza, que contrastan con el soberbio y detallado trabajo anatómico de su cuerpo que en escorzo muestra toda su perfección. La Virgen lleva tallado un delicado manto negro que se funde con el claro sudario del Cristo; ambos policromados y con finísimos dibujos estofados en oro.

La Dolorosa cubre su cabeza con una toca negra bordada en oro y salió en 1995 llevando un antiguo manto de terciopelo negro bordado en oro que pertenece a la Virgen del Mayor Dolor. En 1996 estrenó otro negro bordado por D. Juan Manuel Expósito en oro, sedas de colores y azabache; presentando un atractivo diseño floral del mismo autor y rematado por el escudo real en relieve. Actualmente, y como muestra del gran cariño que en poco tiempo se le ha tomado, unas hermanas de la Cofradía le están bordando otro en oro sobre terciopelo negro y que, junto con los nuevos faldones del mismo material y de color cardenal estrenados en 1996, regalarán a la imagen. En este mismo año se estrenaron los respiraderos de malla de oro.

La Virgen de la Caridad luce en su pecho un corazón de plata dorada rematado por la llama y traspasado por siete puñales simbolizando los dolores de la Virgen. Sobre su cabeza ha llevado una fina diadema de plata trabajada, estrenando en 1996 la nueva, que ha sido sufragada gracias a las aportaciones de un grupo de personas y a los desvelos de Juan Manuel Expósito. Ha sido diseñada por el orfebre sevillano José Manuel Ramos de Rivas, quien ha realizado la obra en metal dorado y ricamente repujado, resultando una obra sencilla pero de destacada calidad artística.





Dibujos Cofrades:Esperanza Macarena

lunes, 3 de enero de 2011

Dibujos Cofrades


Mayor Dolor

Hoy traigo estas dos fotografías que pertenecen al verano,Nuestra Señora del Mayor Dolor,es talla de Antonio Castillos Lastrucci y fue realizada en el 1939,desfila en un paso con respiraderos dorados y tallados en madera de estilo barroco y realizado en la Casa de Artes de Badajoz en los años sesenta. El manto y las bambalinas del palio son bordadas en seda blanca en 1.943 por los talleres Sindicales de Villafranca de los Barros, el techo de palio fue bordado en Talavera la Real y sufragado su coste por sus costaleros. La Virgen luce fajín del General de Brigada de la Guardia Civil de D. Manuel Carracedo Blázquez que a su muerte se lo donó. Faroles de cola labrados por orfebrería Ramos y candelabros de María del orfebre Antonio Santos (Sevilla).


sábado, 1 de enero de 2011

ESPERANZA

Que mejor que empezar el año en el blog que con una entrada con las imagen de una reina y señora,que cada miércoles santo se pasea y reparte ESPERANZA a los mas necesitado,desde aquí desearos un feliz año 2011 y que este año nos traiga gran prosperidad y todos nuestros deseos se cumplan.